Las 11 atracciones imprescindibles de la bahía de Halong terrestre (Ninh Binh)

Gracias a la generosidad de la naturaleza, Ninh Bình (bahía de Halong terrestre) está dotada de altas montañas de piedra caliza y paisajes impresionantes, atrayendo a viajeros en busca de aventuras tanto salvajes como serenas. Desde tu llegada a Ninh Bình, quedarás encantado por su parque nacional, sus ríos serpenteantes y sus arroyos cristalinos que se despliegan por todas partes. ¿Cuáles son entonces las atracciones que hacen de esta región un destino tan competitivo en comparación con otros lugares turísticos? Descubre aquí las mejores cosas que ver y hacer en Ninh Binh.

01. Descubre la fascinante historia de la antigua capital Hoa Lu

Sumérgete en la historia de la antigua capital de Hoa Lu, remontándote a la época turbulenta en la que los valles de Ninh Bình fueron el escenario de una rebelión popular liderada por Đinh Bộ Lĩnh hace más de mil años. Imagina caminar junto a estos visionarios, sintiendo la emoción y la incertidumbre cuando establecieron la primera capital de Vietnam en Hoa Lu en el año 968. Acompaña el reinado de seis sucesivos reyes y percibe el peso de sus decisiones en el destino de la nación, hasta que Lý Thái Tổ trasladó la capital a Thang Long (actualmente Hanói) en 1009.

Los majestuosos karsts de piedra caliza de Yên Ngua crean un telón de fondo natural alrededor de la antigua ciudad de Hoa Lu, agregando un aura imponente a su paisaje. Entre los vestigios históricos más notables se encuentran los templos de Đinh Tiên Hoàng y Lê Hoàn, evocando la grandeza de épocas pasadas.

Cada año, en el tercer día del mes lunar, Ninh Bình se llena de vida con el festival Truong Yên, transformando sus calles en un espectáculo vibrante de festividades tradicionales. Las costumbres ancestrales vuelven a la vida con actividades como la caligrafía, la danza del dragón y el ajedrez chino, ofreciendo a los visitantes una inmersión total en la cultura vietnamita.

02. Explora las cuevas de Trang An en un paseo en bote

Las cuevas de Trang An ofrecen un paseo en bote que te transportará a un paisaje asombroso lleno de historia y naturaleza. Al navegar por el río, contemplarás las colinas de piedra caliza emergiendo majestuosamente del agua. Este lugar, declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO, incluso ha sido escenario de películas como "King Kong: Skull Island".

Existen tres rutas diferentes para explorar, cada una con sus propias maravillas naturales y templos históricos. Remando a través de aguas cristalinas, descubrirás un verdadero museo natural. Algunas especies de plantas y animales presentes aquí son desconocidas en la época moderna, agregando un toque de misterio a la aventura.

En el recorrido, se pueden hacer paradas en hermosos templos y paisajes pintorescos, donde los visitantes pueden disfrutar de momentos de serenidad y contemplación. ¡Pero cuidado con las estalactitas dentro de las cuevas!

03. La cueva de la Danza (Hang Múa) y su vista panorámica

La cueva de la Danza (Hang Múa) es un lugar imprescindible si buscas una de las mejores vistas panorámicas de Ninh Binh. Aunque la subida puede ser desafiante con 500 escalones empinados, la recompensa es una vista espectacular de los paisajes de Tràng An, Tam Côc y la ciudad de Ninh Bình.

Una vez en la cima, los visitantes son recibidos por una panorámica de 360 grados sobre los icónicos paisajes de Ninh Bình. Desde aquí, se pueden admirar las formaciones rocosas de Tràng An, los arrozales y los tranquilos cursos de agua que han hecho famosa a esta región. En la cima se encuentran dos miradores, cada uno con su propio encanto:

• El mirador del dragón, adornado con una majestuosa escultura de dragón de piedra, símbolo de protección y prosperidad en la cultura vietnamita. Es el lugar perfecto para capturar una foto memorable.
• La pagoda en la cumbre, un rincón espiritual donde los viajeros pueden hacer una pausa y conectar con la tranquilidad del entorno.

Si bien la cueva es impresionante a cualquier hora del día, el amanecer y el atardecer son momentos mágicos para visitarla. Durante el amanecer, una bruma ligera cubre el valle, creando una atmósfera mística. En el atardecer, el cielo se tiñe de tonos anaranjados y dorados, ofreciendo un espectáculo natural digno de una postal.

04. El Parque de Aves de Thung Nham

En el corazón vibrante de Ninh Bình, allí donde la naturaleza aún susurra historias ancestrales y la brisa danza entre montañas kársticas, se encuentra un lugar donde el tiempo parece detenerse: el Parque Ornitológico de Thung Nham. 

Desde el primer paso dentro de este santuario natural, el visitante es recibido por el sonido envolvente de cientos de pájaros que, con su canto, narran la historia de este paraíso. En los altos manglares y las copas de los árboles centenarios, las grullas trazan elegantes siluetas contra el cielo, mientras que las garzas, con su porte majestuoso, planean sobre las aguas esmeralda, esperando pacientemente su próxima presa. 

Pero Thung Nham es más que su cielo habitado por aves. Es también tierra de misterios, donde el agua y la piedra han tejido esculturas milenarias en las entrañas de la tierra. En las profundidades de la Cueva de las Tres Damas (Ba Cô), la luz juega entre estalactitas que, como inmóviles guardianes de tiempos remotos, parecen custodiar un secreto oculto en la roca. No muy lejos de allí, la Cueva del Palacio de Agua (Thuy Cung) se extiende como un reino subterráneo, donde las sombras reflejadas en las aguas calmas evocan la fantasía de un mundo sumergido, un imperio esculpido por siglos de paciencia geológica.

05. Pagoda Bai Dinh: El Templo de la Luz y la Eternidad

A lo lejos, emergiendo de la bruma matinal como un gigante dormido, la Pagoda Bai Dinh se alza con la solemnidad de un testigo del tiempo. Con su grandiosa arquitectura y su esencia impregnada de espiritualidad, este coloso de la fe no es solo el complejo budista más grande del Sudeste Asiático, sino también un faro de luz y contemplación para quienes buscan algo más que una simple visita: un viaje al corazón mismo de la paz interior.

Al atravesar sus puertas, el visitante es recibido por el aroma del incienso y la presencia inquebrantable de más de 500 estatuas de Buda, esculpidas con la precisión de un arte que desafía los siglos. Cada figura, con su expresión serena y su postura meditativa, parece susurrar una enseñanza, una verdad que solo puede entenderse en la quietud de la contemplación.

06. La Pagoda Bích Dông: Un Santuario Espiritual en la Naturaleza

Oculta en el corazón de un paisaje de montañas kársticas cubiertas por un manto de vegetación exuberante, la Pagoda Bich Dông se alza como un refugio de serenidad y contemplación. Su nombre, que significa "Gruta de la Perla de Jade", evoca la esencia misma del lugar: un santuario sagrado que resplandece entre la naturaleza como una joya oculta, esperando ser descubierta por aquellos que buscan un retiro del mundo terrenal.

Construida en el siglo XV, esta pagoda se despliega en tres niveles que parecen fundirse con la montaña misma:

• La pagoda inferior (Hạ Pagoda), situada a los pies del monte, donde los visitantes pueden encender varitas de incienso y sentir la espiritualidad en el aire.
• La pagoda media (Trung Pagoda), accesible tras subir una escalera de piedra, desde donde se contempla el valle circundante, un lienzo de arrozales y ríos que se extiende hasta el horizonte.
• La pagoda superior (Thượng Pagoda), enclavada en la roca, ofrece la experiencia más mística de todas: en su interior, el silencio se mezcla con el eco de los mantras budistas y el goteo del agua que emana de la montaña.

Los monjes y peregrinos han venido a este lugar durante siglos, siguiendo el camino de la iluminación, y el visitante que asciende hasta lo más alto se ve recompensado no solo con una vista impresionante, sino con una paz indescriptible, como si por un instante la naturaleza y el espíritu fueran uno solo.

07. Paseo en Barco por Tam Côc: El Sueño Dorado de Vietnam

Si alguna vez has imaginado navegar por un cuadro impresionista, Tam Côc es el lugar donde ese sueño se hace realidad. Conocido como la “Bahía de Halong terrestre”, este rincón de Ninh Bình despliega un paisaje de otro mundo: montañas cubiertas de jungla emergen como guardianes milenarios de un valle donde el tiempo parece haberse detenido.

El paseo en bote de remos por el río Ngô Đồng es la manera perfecta de sumergirse en esta maravilla natural. Durante mayo y junio, los arrozales que flanquean el río se tiñen de un amarillo dorado, reflejando el sol con una intensidad casi irreal, creando la ilusión de navegar a través de campos de oro líquido.

Mientras el bote avanza lentamente, guiado por hábiles remeros que impulsan la embarcación con los pies en lugar de las manos, el visitante puede deleitarse con una estampa auténticamente vietnamita: campesinos con sus sombreros cónicos (nón lá) cosechando arroz, búfalos de agua refrescándose en los charcos, garzas sobrevolando la superficie en busca de peces.

08. Reserva Natural de Vân Long: Un Paraíso de Biodiversidad Intacta

Lejos del bullicio de los destinos más concurridos, la Reserva Natural de Vân Long es un oasis de tranquilidad donde la naturaleza se muestra en su forma más pura y primigenia. Aquí, el agua fluye con una calma casi sobrenatural, reflejando las montañas kársticas como si fueran espejismos flotando en el aire.

En una barca de madera, deslizándose suavemente por los humedales, el visitante puede descubrir un ecosistema que parece inalterado por el tiempo. Cientos de especies de aves encuentran refugio en este santuario, entre ellas el langur de Delacour, un primate en peligro de extinción que, con su pelaje blanco y negro, se oculta en lo alto de los acantilados, casi como un espíritu esquivo del bosque.

Lo que hace única a Vân Long es su atmósfera de silencio absoluto, solo interrumpido por el sonido del viento entre las hojas de loto y el canto lejano de los pájaros. No hay mejor lugar para desconectar del mundo y reencontrarse con la naturaleza en su estado más puro.

09. La Cueva y Pagoda de Dich Long: Ecos de la Tierra y el Espíritu

Oculta en la región de Gia Viên, la Cueva de Dich Long, también llamada "Flauta de la Montaña", es un portal a otro mundo, donde la piedra ha sido esculpida por el tiempo en formas tan perfectas que parecen talladas por dioses.

Dividida en tres secciones –la Cueva de la Luz, la Cueva Oscura y la Pagoda en la Cueva–, este lugar encierra siglos de historia y espiritualidad.

• En la Cueva de la Luz, las aberturas naturales permiten la entrada de rayos de sol que iluminan formaciones rocosas con tonalidades místicas.
• En la Cueva Oscura, el visitante se adentra en el vientre de la tierra, rodeado por estalactitas que cuelgan como afilados colmillos de piedra.
• La Pagoda en la Cueva, un templo budista escondido en la roca, invita a la meditación en un ambiente que parece sacado de una leyenda.

Antiguamente, los emperadores vietnamitas visitaban este lugar en busca de paz espiritual, y hoy, cada viajero que cruza su umbral siente el peso sagrado de la historia y la naturaleza fusionadas en perfecta armonía.

10. Parque Nacional de Cúc Phương: Un Reino Ancestral de Vida

Fundado en 1962, el Parque Nacional de Cúc Phương es el más antiguo de Vietnam, un vasto territorio de selva tropical que alberga algunos de los secretos más antiguos del país.
En sus profundidades, árboles milenarios extienden sus raíces como venas de la tierra, mientras que sus cuevas esconden rastros de civilizaciones prehistóricas que una vez habitaron estos bosques.

Uno de los momentos más mágicos para visitar Cúc Phương es durante mayo, cuando miles de mariposas migratorias transforman el parque en un torbellino de colores vibrantes, flotando en el aire como si la misma naturaleza estuviera celebrando su existencia.

11. La Catedral de Phát Diêm: Un Encuentro entre Oriente y Occidente

En el corazón de la provincia de Ninh Bình, donde los campos de arroz se extienden hasta donde alcanza la vista y las montañas de piedra caliza emergen como guardianes del tiempo, se alza una obra arquitectónica que desafía la historia y el espacio: la Catedral de Phát Diêm.

Construida en 1891, esta catedral es mucho más que un lugar de culto: es un puente entre dos mundos, un encuentro sublime entre la arquitectura gótica cristiana y los elementos tradicionales de los templos vietnamitas. Su silueta, inusual para una iglesia, recuerda a las antiguas pagodas budistas, con sus tejados de madera curvados, sus pilares esculpidos y sus intrincadas decoraciones que parecen susurrar historias de siglos pasados.

Al acercarse a su imponente estructura, el visitante es recibido por muros de piedra labrada, que contrastan con las columnas de madera que sostienen el techo, un testimonio de la destreza artesanal de los constructores de la época. En el interior, la luz se filtra a través de delicadas ventanas talladas, proyectando sombras que parecen danzar sobre el suelo de piedra, mientras que el altar mayor, con su elegancia solemne, transporta a los fieles y viajeros a un espacio de reflexión y asombro.

La Catedral del Sagrado Corazón de María, como también es conocida, es el epicentro de un complejo que alberga varias capillas y un campanario de granito macizo, cuya campana, fundida hace más de un siglo, aún resuena con la solemnidad de los días sagrados. Pero lo que más impresiona a quienes la visitan es la armonía con la que se entrelazan las influencias europeas y vietnamitas, creando una obra maestra única en su género.

Ninh Bình, un Tesoro Inolvidable

Ninh Bình es una joya escondida en Vietnam, un destino que combina la grandeza de la historia, la majestuosidad de la naturaleza y la espiritualidad de una cultura milenaria. Desde sus templos antiguos hasta sus imponentes catedrales, desde los tranquilos arrozales dorados hasta las misteriosas cuevas sumergidas, cada rincón de esta tierra ofrece una experiencia única, un instante de asombro y admiración.

Aquí, los viajeros no solo exploran un paisaje de ensueño, sino que también se sumergen en un mundo donde las leyendas cobran vida, donde cada piedra, cada río y cada montaña cuentan historias de emperadores, monjes y campesinos que han dado forma a este rincón del mundo.

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