• Viaje a Ta Van, un tesoro escondido cerca de Sapa
  • Viaje a Ta Van, un tesoro escondido cerca de Sapa

  • en Jun 29, 2025       Por: admin

Mientras que Sapa atrae cada año a decenas de miles de visitantes, a menudo en detrimento de su autenticidad, Ta Van resiste. Con sus caminos de tierra, sus casas sobre pilotes, sus terrazas de arrozales y la cálida sencillez de sus habitantes, este pueblo de montaña cautiva a quienes desean alejarse del turismo de masas y reencontrarse con la esencia misma del Vietnam rural.

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Evitar Sapa para descubrir mejor Ta Van

A pocos kilómetros de la vibrante Sapa, en las tierras altas del norte de Vietnam, el pequeño pueblo de Ta Van ofrece una escapada hacia un mundo suspendido en el tiempo. En este valle envuelto en niebla, se impone otra forma de viajar: la de la lentitud, la contemplación y el respeto por un territorio moldeado por siglos de tradiciones agrícolas y de vida comunitaria.

Ta Van, Sapa, Lao Cai. photo : Mia

Ta Van representa una forma de resistencia suave. Sus habitantes, en su mayoría pertenecientes a la etnia Hmong negra, perpetúan un modo de vida ancestral centrado en el cultivo del arroz, la artesanía textil y las tradiciones orales. Lejos de quedar anclado en el pasado, el pueblo comienza poco a poco a abrirse al mundo, acogiendo a visitantes en casas familiares convertidas en homestays. Una inmersión auténtica y respetuosa.

El clima montañoso del valle de Muong Hoa otorga a Ta Van un encanto particular en cada época del año. De mayo a julio, los arrozales en terrazas, recién irrigados, resplandecen con un verde tierno y luminoso. Es el momento más espectacular para la fotografía de paisajes. Los contrastes son impresionantes: el cielo envuelto en bruma se encuentra con las laderas cubiertas de un verde intenso y vibrante.

El valle de Muong Hoa, Ta Van, Sapa. Foto: Mia

De agosto a octubre: tiempo de cosecha y senderismo

Entre agosto y octubre, llega la temporada de cosecha. Los arrozales adoptan tonos dorados, casi cobrizos. Es un período especialmente apreciado por los excursionistas y los amantes de la naturaleza.
De diciembre a febrero, el frío se instala. El paisaje se cubre de densas nieblas, los arrozales descansan y el ambiente se vuelve más místico, casi sobrenatural. Es también la temporada ideal para quienes buscan soledad e introspección.

¿Cómo llegar a Ta Van? Un recorrido por las montañas

Para llegar a Ta Van, primero hay que llegar a la ciudad de Sapa, accesible desde Hanói por dos rutas principales:

  • El autobús nocturno, más económico, conecta directamente la capital con Sapa en unas 5 a 6 horas. Es una opción práctica para los viajeros con presupuesto ajustado o que desean optimizar su tiempo.

  • Una alternativa más cómoda es tomar el tren nocturno desde Hanói hasta Lao Cai. Este trayecto de unas ocho horas finaliza en una estación situada a 40 kilómetros de Sapa. Desde allí, taxis colectivos o minibuses permiten alcanzar la ciudad en aproximadamente una hora, atravesando paisajes montañosos espectaculares.

Desde Sapa, quedan aún por recorrer los 12 kilómetros sinuosos que conducen a Ta Van. La carretera, a menudo estrecha y en mal estado, se convierte por momentos en un sendero resbaladizo, atravesado por arroyos y salpicado de desprendimientos. Este tramo, difícil pero espectacular, justifica por sí solo el viaje. En temporada de lluvias, ofrece una inmersión total en la fuerza de la naturaleza montañosa vietnamita.

Dormir en Ta Van: entre comodidad rústica e inmersión cultural

Uno de los grandes atractivos de Ta Van es la diversidad de alojamientos, que permite a cada viajero vivir el pueblo a su manera. Para quienes desean descubrir la cultura local, los homestays tradicionales son una opción imprescindible. Dormirás en casas de madera sobre pilotes, compartirás las comidas con tus anfitriones y descubrirás su día a día, hecho de rituales sencillos y de una hospitalidad generosa.

Para presupuestos más ajustados, alojamientos como Sapa Plum Eco House ofrecen servicios de calidad a precios muy accesibles. Las habitaciones, bien equipadas, se abren directamente a los arrozales y el personal destaca por una amabilidad poco común.

Quienes buscan mayor confort encontrarán lo que desean en establecimientos como Muong Hoa Eco Villa, donde la piscina y las vistas panorámicas se combinan en un entorno encantador.
Finalmente, los viajeros más exigentes pueden optar por hoteles de alta gama en Sapa, con la posibilidad de visitar Ta Van durante el día.

Explorar Ta Van: caminar, conocer, contemplar

La actividad principal en Ta Van es, sin duda, el senderismo. Los paisajes que rodean el pueblo invitan a caminar: valles profundos, arrozales que se pierden en el horizonte, bosques de bambú, pequeñas aldeas perdidas entre la niebla.
Una ruta circular de 10 kilómetros permite explorar los alrededores a tu propio ritmo, siguiendo senderos señalizados o con ayuda de una aplicación de mapas sin conexión.

Se recomienda salir temprano por la mañana para aprovechar la frescura del amanecer y la luz dorada del sol naciente. Entre los puntos de interés:

  • el bosque de bambú de Ta Van, denso y silencioso, ideal para una caminata corta y sensorial,

  • y las pequeñas cascadas que salpican los arroyos descendiendo de la montaña.

Es imposible caminar mucho tiempo por Ta Van sin cruzarse con mujeres Hmong vestidas con sus trajes tradicionales. Algunas ofrecen pequeños objetos artesanales a la venta, mientras que otras simplemente caminan a tu lado durante unos kilómetros, iniciando a veces un diálogo sencillo pero auténtico.

Estos intercambios fugaces suelen ser los más memorables:

una mujer que te guía hasta una cascada,
una sonrisa ofrecida sin esperar nada a cambio,
una mano tendida para ayudarte a cruzar un arroyo...
En Ta Van, la autenticidad no se cuenta, se vive, en una curva del camino o en una cocina donde hierve una sopa local.

El puente May y el arroyo de Muong Hoa

Otra joya de Ta Van es su puente colgante de bambú, construido hace más de veinticinco años. Apodado «puente May», parece flotar sobre el arroyo de Muong Hoa, utilizado a diario por los aldeanos para conectar los distintos caseríos.
Su aspecto rústico es testimonio de la capacidad de adaptación de los habitantes a su entorno.
Cruzar este puente es como atravesar una frontera invisible entre dos mundos: el de los viajeros y el de las comunidades montañesas.

La pont May du village Tan Van, Sapa, Lao Cai

A lo largo del arroyo de Muong Hoa, pequeños paseos tranquilos permiten captar la belleza serena del valle, entre risas de niños, vuelos de aves y reflejos de nubes sobre el agua.

Le ruisseau Muong Hoa du village de Ta Van

El mercado de Ta Van: inmersión sensorial en el corazón del pueblo

Cada fin de semana, desde el amanecer, el mercado de Ta Van cobra vida. Es un evento central en la vida del pueblo, donde se reúnen los habitantes de los alrededores.
Allí se puede descubrir una rica agricultura local, tejidos teñidos con índigo, artesanía hecha a mano y, por supuesto, una deliciosa cocina popular.
Sopas que hierven a fuego lento, brochetas de carne asada, pasteles de arroz glutinoso... te esperan en cada rincón del mercado.

Más allá de una simple visita, este mercado ofrece una mirada auténtica sobre cómo tradición y modernidad conviven armoniosamente en este rincón montañoso de Vietnam.

Le marchée de Tan Van, Sapa, Lao Cai

Consejos prácticos para una estancia exitosa

Aunque Ta Van respira serenidad, es fundamental viajar bien preparado.

  • Seguro de viaje imprescindible: las rutas son sinuosas y los senderos, a veces resbaladizos. Una buena cobertura, como Cap Assistance o Chapka, puede evitarte muchos problemas.

  • Precaución en Sapa: mantente atento ante posibles estafas (cambios de divisas, taxis falsos). La amabilidad no excluye la prudencia.

  • Lleva buen calzado, un impermeable y una mochila ligera pero bien equipada.

Un viaje interior tanto como geográfico

Ta Van no es un destino cualquiera. Es un lugar de reconexión.
Con la naturaleza, primero: majestuosa y salvaje.
Con los demás, después: en intercambios sencillos y auténticos.
Y también contigo mismo: en el silencio de una mañana brumosa o en la risa de un niño Hmong.

Al elegir Ta Van, no eliges solo una etapa de viaje.
Eliges una filosofía: la del respeto, la autenticidad y la lentitud.
Otra manera de descubrir Vietnam: más humana, más bella, más sostenible.

 


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