• La Pagoda Non Nuoc: Joya sagrada entre el cielo y la montaña
  • La Pagoda Non Nuoc: Joya sagrada entre el cielo y la montaña

  • en Mar 25, 2025       Por: admin

A unos cuarenta kilómetros al norte de Hanói, en el distrito de Soc Son, se alza una joya espiritual y arquitectónica: la pagoda Non Nuoc. Erigida sobre un lugar considerado sagrado desde hace milenios, esta pagoda excepcional está dedicada al culto del genio Giong, una de las cuatro deidades inmortales más veneradas del panteón vietnamita.

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Una tierra impregnada de leyenda y espiritualidad

Según la leyenda, fue precisamente aquí donde este héroe mítico vino a meditar tras haber defendido el reino de los invasores Yin, bajo el reinado del sexto rey Hùng (1972 – 1632 a. C.). Pero Non Nuoc no es solo un lugar de memoria ancestral: su ubicación fue elegida según los estrictos principios de la geomancia vietnamita, en una configuración conocida como el "Dragón postrado y Tigre agazapado", reconocida por fomentar el equilibrio energético y la armonía cósmica. El visitante siente de inmediato una serenidad casi tangible, como si el paisaje y la energía del lugar susurraran antiguas verdades al alma.

La Pagoda Non Nuoc en Soc Son - Hanoi está dedicada al culto del genio Giong.

Una historia milenaria, un destino espiritual

La fundación de la pagoda está estrechamente ligada a la figura del monje Ngô Chân Luu (933 – 1011), un erudito descendiente del rey Ngô Quyên. En el año 971, se convirtió en el primer monje en recibir el título de Gran Maestro budista de la nación, otorgado por el emperador vietnamita.

Según la tradición oral, un día el genio Giong tuvo un sueño en el que se le apareció una divinidad protectora del budismo. Al día siguiente, descubrió un árbol rodeado por una nube de cinco colores sagrados. Inspirado por esta visión mística, esculpió una estatua con la imagen de la deidad aparecida en su sueño, marcando así el nacimiento de este lugar sagrado, conocido originalmente como el Santuario Celestial de Soc.

La fundación de la Pagoda Non Nuoc en Soc Son, Hanoi, es inseparable de la figura del monje Ngô Chân Luu

Una arquitectura grandiosa al servicio de lo sagrado

Desde el primer instante, el imponente edificio principal de la pagoda, con sus 14 metros de altura y una superficie de 260 m², capta todas las miradas. Esta construcción excepcional, que combina tradición y simbolismo, fue levantada con materiales nobles y duraderos:

  • 30 toneladas de bronce para las estatuas,
  • 600 m³ de madera de hierro (lim) para la estructura y las columnas,
  • 300 m³ de piedra azul para los cimientos y esculturas.

El tejado, recubierto detejas antiguas hechas a mano, está adornado con dragones majestuosos, cuyas curvas ondulantes y miradas penetrantes simbolizan tanto el poder celestial como la protección benevolente. Estas esculturas, finamente esculpidas con detalles como cuernos, colmillos, ojos y escamas, confieren al conjunto una dimensión mitológica fascinante.

La pagoda fue construida con materiales nobles y duraderos.

Un centro vivo del budismo vietnamita

Fiel a su origen espiritual, la pagoda sigue siendo un lugar de transmisión, recogimiento y renacimiento interior. A la sombra de sus columnas centenarias, la Academia de Budismo de Vietnam ha encontrado refugio. Es aquí donde se forma la nueva generación de monjes, en un entorno propicio al estudio, la disciplina y el despertar.

El ritmo del dharma

Cada año, decenas de novicios y practicantes de todo el país —y en ocasiones, del extranjero— se instalan en este centro para profundizar en las enseñanzas del Buda Shakyamuni, en un clima de rigor y serenidad. Los programas combinan meditación sentada, estudio de textos sagrados en sánscrito y chino-vietnamita, filosofía budista y ética de vida.

La vida cotidiana sigue el ritmo del dharma: campanas al amanecer, oraciones marcadas por el sonido del mokugyo (tambor ritual), lecturas en silencio bajo los árboles y tareas comunitarias realizadas con espíritu de compasión y desapego.

Sin embargo, la pagoda Non Nuoc no está reservada únicamente a los iniciados. Sus puertas están abiertas a todos: fieles en busca de bendiciones, peregrinos deseosos de formular un voto, o viajeros curiosos por comprender el budismo vietnamita en su expresión más viva. Se organizan retiros de meditación de forma periódica, brindando a cada visitante la oportunidad de hacer una pausa en el bullicio del mundo y reconectarse con lo esencial.

Cada año, decenas de novicios y practicantes de todo el país vienen a la Pagoda Nuoc Nuoc en Soc Son para profundizar en las enseñanzas del Buda Shakyamuni.

Búsqueda de paz interior

El entorno natural desempeña un papel fundamental en esta búsqueda de paz interior. Alejada del bullicio urbano, la pagoda se integra armoniosamente en un paisaje impregnado de dulzura y majestuosidad. Las montañas cubiertas de pinos, los bosques silenciosos con aroma a tierra húmeda, los estanques tranquilos salpicados de lotos e incluso el canto tenue de los pájaros, componen una atmósfera de recogimiento difícil de describir con palabras.

Muchos visitantes afirman sentir allí un alivio inmediato del alma, una sensación de armonía entre cuerpo, mente y naturaleza. Algunos hablan de un "retorno a uno mismo", otros describen una energía vibrante que los envuelve desde los primeros pasos. Según ellos, este lugar no solo se visita: se experimenta.

En un mundo que no deja de acelerarse, la pagoda Non Nuoc ofrece un espacio suspendido en el tiempo, un santuario donde la tradición sigue inspirando, y donde cada piedra, cada soplo de aire, cada susurro del viento parece recordarnos que la sabiduría está en todas partes, para quien sabe detenerse… y escuchar.

Muchos visitantes dicen sentir una calma inmediata, una sensación de armonía entre cuerpo, mente y naturaleza.

Una visita imprescindible para los amantes de la historia y la espiritualidad

Ubicada dentro del complejo del Templo de Soc, la pagoda Non Nuoc puede integrarse fácilmente en un itinerario cultural alrededor de Hanói. En los alrededores, el visitante también puede descubrir sitios emblemáticos como el santuario de los generales del monte Soc, el templo dedicado a la madre del genio Giong, o la imponente estatua del propio Giong, erigida en homenaje a este héroe fundador del alma vietnamita.

Para quienes sienten afinidad por el patrimonio espiritual, la arquitectura tradicional vietnamita o, simplemente, por los lugares donde se respira la belleza interior, la visita a la pagoda Non Nuoc constituye una etapa esencial en cualquier viaje a Vietnam. Este santuario milenario sigue siendo un puente vivo entre lo visible y lo invisible, lo terrenal y lo sagrado, la historia y la fe.

 ¿Cómo llegar?

  • Desde Hanói:

En coche o taxi privado: El trayecto dura entre 1h15 y 1h30, dependiendo del tráfico. El camino más directo sigue la autopista CT08 o la carretera nacional 3, con señalización clara hasta el Templo de Soc.

En scooter o moto: Para los viajeros más aventureros, es una excelente excursión de un día. Las carreteras están en buen estado, pero conviene tener precaución al salir de la ciudad por la densidad del tráfico.

En autobús local: Las líneas 56 o 15 salen desde la estación de autobuses de Mỹ Đình con destino a Soc Son. Bájese en la parada Đền Sóc (Templo de Soc). Desde allí, se recomienda tomar un moto-taxi para llegar a la entrada de la pagoda.

La Pagoda Non Nuoc, ubicada en el complejo del Templo Soc, puede integrarse en un itinerario cultural por Hanoi.

Consejos útiles

  • Horarios recomendados: Se recomienda visitar por la mañana temprano, para evitar el calor y disfrutar de la tranquilidad del lugar.
  • Entrada: Gratuita o con una contribución simbólica, dependiendo de la temporada o de los eventos religiosos.
  • Vestimenta: Se sugiere ropa respetuosa y cómoda; preferiblemente con hombros y piernas cubiertos.
  • Fotografía: Permitida, pero se ruega discreción en las zonas de oración.
  •  Información útil: El complejo está ubicado en una zona elevada, por lo que hay que subir algunas escaleras y pendientes. Sin embargo, el esfuerzo se ve recompensado con una vista panorámica espectacular de los montes circundantes, que suelen estar envueltos en brumas matinales.

La estatua de bronce del Buda Shakyamuni en la Pagoda Non Nuoc en Soc Son - Hanoi

¿Por qué incluir la pagoda Non Nuoc en su itinerario?

En la encrucijada entre la historia milenaria y la fe viva, la pagoda Non Nuoc es mucho más que un templo o una simple parada cultural. Representa esa extraña capacidad que tienen ciertos lugares de tocarnos el alma, de despertar una dimensión más sutil en nuestra forma de ver el mundo. Cada elemento del paisaje —un árbol, un sendero, un patio de piedra azul— parece dialogar en silencio con las enseñanzas ancestrales. Los dragones esculpidos, las columnas imponentes, el aroma del incienso y hasta el canto lejano de los monjes invitan a caminar con lentitud, a escuchar, a sentir. Es un lugar donde los pasos son suaves, pero el viaje, profundo.

Visitar Non Nuoc es también saborear el alma vietnamita: aquella que venera a los antepasados, respeta a los dioses, honra la naturaleza y transmite sus tradiciones con humildad y discreción. La mística vietnamita, silenciosa pero intensa, se revela aquí en su forma más pura: entre lo visible y lo invisible, entre la tierra y el cielo.

En la encrucijada de una historia milenaria y una fe viva, la Pagoda Non Nuoc es mucho más que un templo o una escala cultural.

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